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MINGO BALAGUER – BLUE SHADOW

Hablar de Mingo Balaguer es hablar de la armónica de Blues en España. Desde sus inicios en la histórica y legendaria Caledonia Blues Band cuyo primer disco data de 1989 (Just Rhythm and Blues, Cambaya Records) y varios discos hasta su disolución a mediados de los 90, que conformaron una de las primeras blues bands genuinas en nuestro país, la producción discográfica de Mingo Balaguer ha sido prolífica, con The Blues Blasters, Blues Machine, y sus grabaciones como Mingo & the Blues Intruders, además de colaborando como sideman en multitud de proyectos del género donde ha imprimido siempre su impronta poderosa en términos tonales de la armónica y un lenguaje melódico dinámico y completo en todos los palos del Blues.

Esta impronta exhuberante, herencia sin duda de Little Walter y quizás de instrumentistas del calibre del armonicista californiano William Clarke (1957-1996), tonos agresivos e imponentes que mantienen el tono en la frontera justa de saturación. El álbum BLUE SHADOW, con diseño artístico de Ana Rivas y el propio Mingo), se desenvuelva con maestría en todos los territorios del Blues eléctrico tradicional y contemporáneo, West Coast y Jump-blues (My Little Girl, Happy to meet you baby, Don’t Let me Fall Behind), ritmos neorlinos (Early In the Morning), Chicago Shuffles (Keep On Knockin´, Toxic Woman), Slow Blues (You Nearly Kill Me), Chicago-funk (Unemployment Blues), Chicago Post-War (Down to the liquor store), con evidentes referencias al patrón de Sonny Boy Williamson II, Little Walter shuffle (Sputnik Boogie), ritmos en la vibra de Slim Harpo/Frank Frost (Party Animal). Mingo produce y escribe la totalidad de cortes del álbum, con excepción de Early in the Morning (atribuido a Louis Jordan), con un innegable respeto al género con logradas composiciones que habitan de manera natural los ritmos, grooves y sonidos en la tradición de los Blues que le sirven de referencia.

La labor de la sección rítmica es sólida e incontestable con Oriol Fontanals (Wax & Boogie) al contrabajo, Guillaume Destarac (Nico Wayne Toussaint, CadiJo, Fred Chapellier) a la batería, Paul San Martín al piano y dos guitarristas excepcionales Pablo «Sanpa» y Kid Carlos que siembren con estilos personales muy distintos y abundante talento los distintos cortes del álbum, con líneas dinámicas y extensiones melódicas raramente escuchadas en piezas con un contexto armónico tan definido o restricciones más templadas cuando el tema lo exige (You’re Nearly Kill Me, un tema muy idóneo para los tiempos que estamos viviendo), aportando un contrapeso y equilibrio excelente a la personalidad sónica de Mingo.

Un álbum completo y sólido que cubre todas las bases y trasmite su mensaje con total convicción y maestría, dedicado por el artista a «todas aquellas personas que han sufrido algún tipo de discriminación racial o étnica a lo largo de sus vidas».

Un álbum impecable. ****

J. T.*

BIO

https://www.facebook.com/mingoharp

*Si el autor incurre en cualquier errata en referencias o citas, comunicando la misma, se corregirá en cuanto se tenga conocimiento.

*La VBS no se hace responsable de las opiniones, revisiones o críticas discográficas, siendo responsabilidad creativa o menos, de sus respectivos autores.

«Goddamn Blues», ESTE CONDENADO BLUES Y MUCHO MÁS.

«GODDAMN BLUES» POR SARA GEE Y RAMBLIN’ MATT FEATURING SONI ARTAL es el nuevo álbum de la pareja de desperados afincados en Denia con una apuesta más evidente por trabajar la producción y aportar mayor dimensión al talento vocal y composicional de ambos, pero sin perder un ápice de la inmediatez y frescura de sus anteriores álbumes.

Quizá este esfuerzo en producción y arreglos aporta mayor cercanía y profundidad a esta colección de canciones que, sin duda, sitúan a este álbum con toda probabilidad, en lo mejor de la producción discográfica del dúo hasta el momento .

Grabado en plena pandemia, entre marzo y noviembre de 2020 con mezcla y producción de Soni Artal y masterización de Pepe Valero, esta pareja de cantantes/compositores se reparten, a diferencia de anteriores producciones, las tareas vocales, aportando una interesante diversidad en las texturas de dos voces tan distintas que se ajustan de manera impecable a las armonías de las piezas que interpretan.

Sonidos acústicos y rurales, de espacios y sonoridades amplias, profundas y sinceras, sobresaliendo «Til The Rain Dries Back Again». Esta misma pieza junto a «16 Miles» cantada por Soni, evocan referencias evidente a los Stones de los primeros 70, que no obstante, desmontan al final con unos sorprendentes e inspirados arreglos de trompeta Tex-Mex.

El sonido acústico y amaderado del álbum no impide en ningún momento aportar la agresividad que necesitan, cuando quieren rockean, y rockean duro, muestra de ello es la pieza que da título al álbum. Sara puede pasar de estas piezas festivas, con suma facilidad a sonidos con la presencia de una huella country más tradicional «I Can Dream Again» en la tradición de la Carter Family o «Lonesome Jailhouse Blues», a otras piezas más contemporáneas y menos previsibles, como el tema «Somewhere in the Mountains» que la sitúan en una órbita muy cercana a Lucinda Williams.

El Blues tradicional empieza a dominar sobre todo la última parte del álbum, el tema «The Death of Thin Jimmy» es un brillante hallazgo y «Red Hot Chillin'» introduce los sonidos más low-down del conjunto. El espíritu festivo y mariachi vuelve para despedirse en la última pieza del album .

Diverso y ecléctico, con pinceladas emocionales de muy diversa textura integrados por un sonido acústico muy cercano y genuino. Quizá lo mejor de Sara Gee & Ramblin’ Matt hasta el momento.

***1/2

GODDAMN BLUES – SARA GEE & RAMBLIN’ MATT feat SONI ARTAL (Auto-producido, 2021)

https://sarageetheramblers.bandcamp.com/album/goddamn-blues-lp-2020

https://www.youtube.com/channel/UCxHvQRbn4JGL24r-jbMHVsQ

Juke Joint Cabin: The Blues Freaks (I’ll Take The Blame, 2017).

THE BLUES FREAKS – I´LL TAKE THE BLAME (Big Beard Records, 2017).

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Álbum grabado en el Estudio Pájaro el año 2017 con un bonito diseño de portada y package. The Blues Freaks son un trío toledano compuesto por el Austinita John Duer al bajo y liderando las voces, Jesús Buddy García en las guitarras y Jose Luis Sepúlveda a la batería, incorporando una serie de músicos invitados que aportan cierta dimensión a la propuesta musical del trío. Propuesta sostenida a partir de temas originales escritos entre los tres músicos, a las que suman tres versiones pertenecientes al Blues de la pre-guerra (años 30) y que deja entrever el mapa sonoro que parecen situar como referencia los covers en los nombres de Tampa Red, Casey Bill Weldon o Blind Blake.

Desembocan no obstante, en la órbita del boogie-rock sureño (I’ll Take the Blame) con cierta ingenuidad en los arreglos rítmicos y melódicos (Don´t Be Looking for Me, He’s In the Jailhouse Now, Hurtin´Blues, Sold My Soul) y tratamientos instrumentales que les aparta definitivamente del lenguaje de los referentes mencionados, alcanza una mayor consistencia en los más evidentes («Back Door Blues»),  una revisión del  original de Casey Bill que encarrilan rítmicamente a partir de probablemente, la interpretación de Little Walter («Tell Me Mama») evitando la austeridad del blues de los años 30 y galopando en la seguridad del Country-Rock-Rockabilly.

El Rock Sureño, vuelve a aparecer con más evidencia en cortes como «Drownin´Blues» en los que apuntan individualidad y cierta profundidad, en la que quizá el órgano de Julián Maeso asume la mayor responsabilidad. El pedal steel de Toño Llorente en «In The Jailhouse» es reseñable con pinceladas de Maeso que le aportan interés, especialmente en el solo melódico de Jesús García, convirtiendo una pieza que invitaba a ir a morir a un lugar común, pero que felizmente gana enteros y, esencialmente musicalidad, conforme va desarrollándose.

El piano de Sergi Fecé presenta aires de Ragtime en el inicio de «Pickin´ blues and Drinkin´Wine» con similitudes armónicas con «Ten Foot Tall» en la melodía vocal en las que parece sentirse más cómodo John Duer.

Las guitarras sostienen con cierta bravura «Sold My Soul» de Weldon, una pieza que en la interpretación del trío parece despreciar la simplicidad implícita en la falta de batería en el original en la que en lugar de imaginar el pulso, nos impone como un castigo el 2 y el 4  en la aportación del batería e ignorar la sutil dulzura del bottleneck hawaiano del original (por algo le llamaban Hawaiian Guitar Wizard) y acogotarnos en la afinación de slide abierto en E (F pitch), convirtiendo una pieza con una magia especial y simplicidad aparente en un cansino y perezoso blues-rock o rock sureño tocando un blues lento.

La tónica general es que conforme se van apartando de las pretensiones blueseras van ganando en personalidad e individualidad, plausible en las composiciones originales  del trío, especialmente cuando los virtudes estilísticas, técnicas y en definitiva artísticas de los referentes, son licuados de manera tan excesiva.

Revisión: Prometedor.

Tributo a los Blues Kings Parte #2: Los TRES REYES DEL BLUES

Durante los años 60, la guitarra eléctrica ascendió al trono que ostenta en el mundo del Blues. Coincidentemente, los tres músicos más populares e influyentes de blues de esta década comparten el sobrenombre de King. B.B., Albert y Freddie aportaron cada uno una personalidad distintiva y singular a su instrumento que andaba a la par de su desbordante talento y poderío vocal. La influencia de estos tres artistas trascendió al género alcanzando al rock  en su sentido más amplio y a otras músicas de cualquier parte del mundo. La influencia más directa fue con artistas que incorporaron las frases, los riffs, los turnarounds y las genialidades sonoras de los Tres Kings a su propio estilo y personalidad. En los 60 y 70 Eric Clapton, Peter Green, Mike Bloomfield, Jimmy Page, Mick Taylor y Steve Miller, en los 80 Stevie Ray Vaughan, Billy Gibbons con ZZ Top, Robert Cray,  y los tejanos Jimmie Vaughan y Anson Funderburgh, Gary Moore en su conversión al Blues en los 90 o Chris Duarte y, más  recientemente, Joe Bonamassa, Gary Clark Jr. o Guy King.

BBK

De los tres Blues Kings, fue B.B. King quien nació y triunfó en primer lugar, abandonando este mundo en mayo de 2015 coronado durante décadas como el Rey indiscutido del Blues. Nacido el 16 de septiembre de 1925 en las afueras de Ita Bena, en Mississippi, se trasladó pronto a Memphis (donde vivía su tío Bukka White) consiguiendo trabajar como disc-jokey para WDIA. Su apetito artístico le llevó a unas primeras grabaciones en 1949 para el sello Bullet (Miss Martha King) y más tarde a un acuerdo a largo término en Los Ángeles para los hermanos Bihari, el sello Modern, aunque una gran cantidad de estas grabaciones se hicieron en los estudios Sun Records de Sam Phillips en Memphis.

El primer éxito a nivel nacional de B.B. fue Three O’Clock Blues en 1951, previamente grabado por Lowell Fulson. Los años 50 lo establecieron como un formidable artista de R&B con una sonido agresivo y áspero con todavía influencias muy evidentes del Jump Blues de T-Bone Walker (You Upset Me Baby, 1954; Talkin´The Blues, 1955;  Sweet Little Angel, 1956; Woke Up This Morning, 1956;  Every Day I Have The Blues, 1959; Sweet Sixteen, 1960) influyendo a toda una generación de artistas afro-americanos a lo largo y ancho de los Estados Unidos. King dejó Kent en 1960 para firmar con ABC Paramount, siendo el Rey del circuito de Blues estadounidense y el modelo a seguir para las generaciones de músicos afro-americanos. En noviembre de 1964 grabó el álbum seminal Live at the Regal en Chicago consiguiendo varios éxitos menores hasta 1969 (How Blue Can You Get (1965), Don’t Answer The Door (1967) o Paying the Cost to be the boss (1967). Pero fue en 1969 cuando B.B. King cruzó las fronteras del mainstream y alcanzó las listas de Pop mundiales con el tema de Roy Hawkins «The Thrill Is Gone«. A partir de este momento, el reinado en el Blues de B.B. King no solo era indiscutible sino intocable. Durante los 70, 80 y 90 y hasta su fallecimiento el 14 de mayo 2015, mantuvo un elevado perfil con hasta 300 conciertos anuales por todo el mundo como un auténtico Embajador del Blues, volviéndose a reencontrar con nuevas generaciones de público gracias a la invitación del grupo irlandés U2 en su álbum Rattle & Hum de 1988. Su último álbum de estudio fue Riding With The King en el año 2000 junto a su amigo y admirador Eric Clapton e hizo diversas apariciones en el Crossroads Blues Festival junto a Clapton, Buddy Guy,  Derek Trucks, John Mayer y Jimmie Vaughan.

Discografía Seleccionada:

B.B. King The Vintage Years (Ace Records, 2002)

B.B. King The Crown Records (Ace Records, 2003)

Live At The Regal (ABC Paramount, 1965)

Blues Is King (Bluesway, 1967)

Completely Well (Bluesway, 1969)

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Albert King, apellidado realmente Nelson, nació en Indianola, en el corazón del Mississippi en 24 de abril de 1923. Se trasladó a Arkansas donde estuvo conduciendo una excavadora para ganarse la vida por las mañanas y actuando por las noches en los garitos locales con su conjunto In The Groove Boys , hasta que decidió dedicarse a tiempo completo a su carrera musical profesional a los 33 años. Migró al norte y en Gary  (Indiana), tocaba la batería para Jimmy Reed y John Brim, siendo Willie Dixon quien le consiguió la oportunidad de grabar para un pequeño sello de St Louis, Parrot  (Be On Your Merry Way b/w Bad Luck Blues, 1954)  que no consiguió la repercusión que necesitaba para garantizarle otra sesión. Retornó en 1956 a St Louis de nuevo integrándose en el circuito de clubs del área tocando su Gibson Flying V que bautizó como Lucy. La popularidad que alcanzó en el circuito de clubs gracias a su poderoso y personal sonido permitió que en 1959 firmara con el sello Bobbin (Let´s Have a Natural Ball (1960), «I Walked All Night Long» (1960) que funcionaban muy bien en el área de St Louis, lo suficiente para que el Sello discográfico King reeditara «Don´t Throw Your Love On Me So Strong» (1961), que distribuyéndose a nivel nacional se convirtió en un hit alcanzando el #14 en las listas R&B. Pero no fue realmente hasta su asociación a partir de 1966 con el sello Stax de Memphis y la producción de Al Jackson cuando acompañado por una generación de músicos extraordinaria formada por los miembros de Booker T. & the MG´s, empezó a grabar una serie casi ininterrumpida de clásicos intemporales como «Oh Pretty Woman» (1967), «Crosscut Saw (1967)«, Born Under A Bad Sign (1967), «You´re Gonna Need Me«(1968), «Blues Power» (1968), o «Heart Fixin´Bussiness» (1969). Es a fines de los años 60 cuando su impacto traspasó el circuito del Blues y le abrió el paso a festivales como el Fillmore West con la grandes figuras y super-grupos de Rock del momento como Cream, The Doors, Grateful Dead o Jimi Hendrix,  alcanzando a una nueva generación de músicos europeos originalmente inspirados por el Blues que en las décadas siguientes liderarían la listas de música popular como los mencionados Eric Clapton con Cream, Peter Green con Fleetwood Mack o Mick Taylor con los Rolling Stones. El estilo de Albert King, a diferencia de la evolución en la manera de tocar de B.B. o de Freddie, estaba casi completamente maduro y formado desde sus inicios, extremadamente personal y virtualmente inimitable. Tocando con una guitarra Gibson Flying V afinada 2 tonos y medio más baja y con la cuerdas invertidas por ser zurdo y con un rango vocal barítono que le confería un sonido extremadamente orgánico y fibrado, dotaba a su guitarra de una sonoridad que casi le confería un estatus de instrumento diferente a la guitarra eléctrica común del resto de artistas. Tras quebrar Stax (I Wanna Get Funky, 1974) en la década de los 70, Albert grabó para sellos como Utopia, Tomato y Fantasy con resultados muy irregulares y la mayoría cargados de una excesiva sobre-producción que desdibujaba la personalidad de Albert, destacando Cadillac Assembly Line para Truckload of Lovin (Utopia, 1976) o I´m in a Phone Booth (Fantasy, 1984) escrita por Robert Cray. Tras quedar sin contrato discográfico continuó girando en conciertos en estado de semi-retiro y un par de colaboraciones: una sesión en directo para la televisión canadiense en los estudios CHCH-TV de Ontario grabada en 1983 y publicada en 1999 con un Stevie Ray Vaughan de 29 años (In Session, 1983) y un Especial de B.B. King & Friends en 1987 (Sky Is Crying con Stevie Ray y Paul Butterfield), fue invitado a revisionar Oh Pretty Woman (1990) y Stormy Monday para un par de exitosos álbumes en la década de los 90 orientados al Blues de un converso del hard-rock Gary Moore. Albert King falleció en Memphis en diciembre 1992. Forma parte del Rock and Roll Hall of Fame desde 2013.

Discografía Seleccionada: 

The Big Blues (King, 1963).

Born Under a Bad Sign (Stax, 1967)

Live Wire/Blues Power (Stax, 1968)

Years Gone By (Stax, 1969)

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Aunque nacido en Gilmer, Tejas, la carrera de Freddie King fue en buena medida resultado de la escena de Blues del West Side de Chicago que le confirió un sonido singular. Tras debutar en el sello El-Bee de Chicago en 1956 (That’s What You Think, 1956), Freddie firmó para el sello de Cincinnatti, Federal Records en 1960 y bajo la dirección y producción de Sonny Thompson, su innegable talento guitarrístico y habilidades vocales le situaron nada menos que 7 entradas en listas de éxito en 1961, incluyendo el clásico «Hideaway«. La producción de singles de Freddie en esta época es simplemente abrumadora, dejando un poco aparte sus temas vocales (I’m Tore Down  (1961) Have You Ever Loved a Woman (1960), I Love The Woman (1961), o Someday After a While (You´ll Be Sorry) (1964)), Freddie King grabó una serie de composiciones instrumentales de una brillantez y solidez incomparable en la historia no sólo del Blues, sino de cualquier género, sonando tan frescas entonces como lo hacen ahora 60 años después. Grabaciones como: The Stumble, In The Open, Sen-Sa-Shun, San-Ho-Zay, Heads Up, Side Tracked, Out Front, Onion Rings, Overdrive, y etcétera, constituyen compás a compás y nota por nota, un manual de Blues y libro de cabecera para cualquier músico presente o futuro en el lenguaje de la guitarra de Blues.

Tras abandonar King Records, descontento de la promoción artística del sello, se convirtió en una figura esencial del circuito de Blues de Chicago, aunque el éxito comercial de sus primeras grabaciones le fue esquivo hasta que Leon Russell visionó a Freddie King como una fuerza imbatible en el campo del Blues-Rock de los 70 produciendo varios álbumes para Shelter y en RSO Records con Mike Vernon en la producción a mitad de la década (Palace Of The King, 1971; Going Down, 1971; Big Legged Woman, 1972;  ; Woman Across The River, 1973;  Pack It Up, 1974;  It’s Your Move, 1975) consiguiendo que alcanzase la cima de su popularidad y exitosas giras europeas falleciendo en 1976 con tan solo 42 años por fallo cardíaco.

Discografía seleccionada:

Let’s Hide Away and Dance Away With Freddie King (King, 1961)

Freddie King Sings (King, 1962)

Texas Cannonball (Shelter, 1972)

Burglar (RSO, 1974)

Puedes escuchar el programa Especial Kings Of The Blues de Javier Tijuana´s Crazy Blues Radio, emitido a través de Radio Klara el 31 de diciembre de 2017.

Texto: Javier Tijuana, Febrero 2018.

 

Tributo a los Blues Kings Parte #1: El Maestro T-Bone Walker.

El Maestro T-Bone Walker – El Arquitecto de la Guitarra Eléctrica de Blues.

T-Bone Hellen Oakley Dance

Aaron Thibeaux Walker (1910-1975), nacido en Linden, Tejas, de herencia afro-americana y Cherokee creció en la sección de Oak Cliff del área de Dallas-Forth Worth. Entre otros méritos, personifica un estilo que se ha denominado West Coast Blues o Jump Blues. La relevancia de T-Bone descansa sobre todo, en que fue el primer artista de Blues que combinó la guitarra de Country Blues en un contexto de Big Band y Swing Jazz y dotó en su desarrollo, de un lenguaje guitarrístico esencial para las generaciones posteriores de los instrumentistas del género, influyendo y, no es una exageración, a todos los guitarristas eléctricos de blues posteriores, y particularmente y de manera determinante, a los 3 Reyes del Blues: B.B., Albert y Freddie King. A fines de los 40 y principios de los 50 era virtualmente imposible encontrar un guitarrista de blues eléctrico no influido o literalmente un imitador del estilo de T-Bone Walker.

Además de ser un cantante de primer nivel de Blues en el sentido más puro del término, y como tal, empezó su carrera, en su contexto histórico fue como instrumentista, técnicamente un innovador, al combinar en la guitarra líneas de la sección de vientos y notas individuales para la melodía, acordes de acompañamiento que hasta el momento, eran exclusivas de las bandas y músicos de Jazz, como los acordes de 9ª y de 13ª (Mean Old World, 1942; Call It Stormy Monday, 1947),  combinado con los bendings propios del Blues imposibles en los pianos, fraseos de escala hasta el grado 9º danzando en un juego sutil con el tempo de la manera más cool posible en los slow blues, alternando con una maestría sin precedentes fuera del alcance de los músicos de bebop de la época tresillos swingueados puro jazz a negras directas o cruzando ritmos de blues de 12/8 contra shuffles de 4/4 (i.e., Blues For Marili, 1956) lo que supuso un sonido completamente moderno e innovador hasta el momento, situando a la guitarra eléctrica de Blues en todo su esplendor y dinamismo sobresaliendo entre los riffs explosivos de la secciones de viento y metal de una explosiva Big Band. T-Bone w Jim Wynn BandLa influencia de sus grabaciones de fines de los 40 y años 50 es indiscutible e incomparable, siendo difícil encontrar un sólo guitarrista de Blues urbano que no se haya visto influido por el estilo y el fraseo de T-Bone Walker. Cortes como T-Bone Boogie (1945),  I´m Gonna Find My Baby (1946), o Glamour Girl (1950), verdaderos hits de los años 40 y 50 modernizaron el Blues a 78 revoluciones por minuto. Sin dejar de lado la influencia que ejerció en los músicos y guitarristas de Jazz más conectados con el Blues como Tiny Grimes, Billy Butler o Bill Jennings, los discos de T-Bone Walker inspiraron a toda una generación de Maestros que desarrollaron el Blues moderno y configuraron el Blues contemporáneo tal como lo conocemos. Estamos hablando de B.B. King, Albert King, Clarence Gatemouth Brown, Albert Collins, Freddie King, Lowell Fulson, Little Milton, Guitar Slim, Buddy Guy, o su descendiente el Rock and Roll a través sobre todo de Chuck Berry, y toda la escuela de mediados de los años 40 y 50 que se ha venido a denominar West Coast: Cal Green, Pee Wee Crayton, Pete «Guitar» Lewis,  Goree Carter, Gene Phillips o Jimmy Nolen y en las décadas de fin del S.XX, el relevo de artistas en esta escuela como Hollywood Fats, Junior Watson, Kid Ramos, Alex Schutz o Rick Holmstrom. El sonido relajado e íntimo unas veces y dinámico y hard-swingin´ de T-Bone, su legado e influencia siempre ha estado presente a través de artistas y grupos de Blues tradicional y contemporáneo como Roomful of Blues, Duke Robillard y Ronnie Earl y más recientemente es evidente en los guitarristas europeos Kid Andersen, Ronni Busak-Boysen, Vidar Busk o Nico Duportal.

Rhumboogie

Siendo un muchacho, Aaron Walker a menudo guiaba a un amigo de la familia, ni más ni menos que al «Rey del Country Blues» Blind Lemon Jefferson por las calles de Dallas y del Deep Ellum cargando con su estuche y guitarra a los salones y a tocar en las esquinas de los burdeles por una monedas. Un artista nato, Aaron actuó desde bien joven como bailarín, tocando el banjo y cantando en las calles, en shows medicinales y revistas. Su amigo de infancia fue un muchacho llamado Charlie Christian, el pionero por excelencia de la guitarra eléctrica en el Jazz (con permiso de George Barnes), acudiendo ambos al mismo profesor de guitarra: Ralph «Big Foot Chuck» Hamilton.

Su debut data de 1929 para Columbia con «Wichita Falls Blues b/w «Trinity River Blues» como Oak Cliff T-Bone, en un estilo muy cercano al Country Blues. El joven Walker se trasladó a Los Ángeles en los años 30 grabando en 1940 «T-Bone Blues» con Les Hite, este debut solamente como cantante y con la guitarra de steel hawaiana en los solos. Refinó su estilo guitarrístico convirtiéndose en esta década en la verdadera estrella del Blues anticipándose en sus extravagancias escénicas a Chuck Berry, Guitar Slim y por supuesto, en 25 años, a las dentelladas de Jimi Hendrix. No obstante, a pesar de su innegable ADN de entertainer, T-Bone Walker se convirtió en un guitarrista extraordinario e innovador. Piezas como I Got a Break Baby de 1942, con el maestro de las 88 Freddie Slack, Sail On Boogie (1945) y T-Bone Boogie (1945)  señalaban la dirección que estaba tomando el artista. A fines de 1947 publicó Call It Stormy Monday, grabación en la cual contó con el extraordinario pianista Lloyd Glenn y con Teddy Buckner a la trompeta en formación de quinteto, su mayor éxito y un clásico inmediato que lo situó en el mapa de la escena de Costa a Costa, desafortunadamente la existencia de otro tema editado en 1942 con el título Stormy Monday Blues de la Orquesta de Earl Hines, con Billy Eckstine a la voz y un brillante solo de trompeta de Maurice «Shorty» McConnell, le sustrajo la posibilidad de ingreso de miles de dólares en royalties. En la cima de su éxito adquirió una flamante blonde Gibson ES-5 de tres pastillas (guitarra que le fue sustraída en una gira por Francia en 1968 uno de los robos de instrumentos todavía no resueltos más legendarios) con la que lideraba las conocidas all-star tours «Battle of The Blues» junto a artistas como Ray Charles, Lowell Fulson, Wynonie Harris, Big Joe Turner, Pee Wee Crayton y Jimmy Witherspoon.

T-bone Getty

 

 

Desde mediados de los 40 grabó extraordinarias sesiones para Black & White e Imperial  T-Bone Jumps Again (1947), Don´t Leave Me Baby (1947)T-Bone Shuffle (1948), The Hustle Is On (1950), Strollin´With Bones (1950),  Tell Me What´s The Reason (1951), conforme avanzaba la década de los 50, el favor del público se empezó a dirigir hacia otros artistas como B.B. King, Jimmy Reed o Muddy Waters, y especialmente con el advenimiento del Rock and Roll (Pony Tail, 1954), al cual no pudo incorporarse a pesar de dar muestras de una versatilidad poco común en sus grabaciones para Atlantic entre el 55 y el 57, con un tour de force guitarrístico entre T-Bone, su sobrino R.S. Rankin y Barney Kessel! en el corte Two Bones And a Pick, grabado en 1959 para el álbum T-Bone Blues. Su estilo, en todo contexto, siguió conservando la elegancia impecable y el donaire que le situaba como el Padrino absoluto de la Guitarra de Blues eléctrica.Michael Ochs Archives:Getty Images

Los años 60, innegablemente supusieron un declive dramático tras abandonar en 1960 una gira europea para Count Basie en un show conjunto que incluía a George Shearing y Ruth Brown, agravado o quizá causado por el abuso de alcohol a lo que se sumaban problemas cardíacos en un momento de re-descubrimiento de los viejos artistas de Blues a través de un Blues Revival que prestaba especial predilección a músicos acústicos, más tradicionales y rurales frente a la sofisticación de artistas del calibre no sólo de T-Bone, sino otros como el  extraordinario Lonnie Johnson, el verdadero antecesor del Blues elegante y exquisito de T-Bone. Fue, gracias a la intervención de su amigo John Lee Hooker,  que Walker pudo participar en la primera gira europea del American Blues Festival de 1962, en la cual impuso sin rival su maestría como entertainer, tocando con la guitarra entre las piernas o detrás de la cabeza, a pesar de que el público europeo era reacios a este tipo de extravagancias.

American Folk Blues
American Folk Blues Festival de 1962, con Memphis Slim, T-Bone Walker, Shakey Jake, Willie Dixon, Helen Humes, Sonny Terry, John Lee Hooker, Brownie McGhee (baterista Armand «Jump» Jackson tapado por Sonny Terry) Fotografo: Heinz Wolf

 Sus actuaciones en Europa le supusieron un tremendo respaldo de público y crítica lo que le permitió resurgir en Estados Unidos adaptándose con  destreza al sonido funky de moda a fines de los 60 grabando dos álbumes extraordinarios para el sello Bluesway: Funky Town y Stormy Monday Blues, ambos editados en 1968.


T-Bone Walker, Dizzy Gillespie and James Moody, UK 1966
T-Bone Walker, Dizzy Gillespie and James Moody, UK 1966

Lamentablemente, su excesiva afición a las cartas y al juego y el consumo de alcohol seguía cobrando su factura e iba dinamitando su salud a pasos agigantados, quedando patente en la calidad artística de varios de sus álbumes posteriores. Su grandeza y personalidad era no obstante, tan reconocida y respetada, que artistas como Dizzy Gillespie, Zoot Sims, Al Cohn, David «Fathead Newman» o Gerry Mulligan participaron en el álbum Very Rare (1973) para Warner Bros (Fever, 1973). Dos años más tarde, T-Bone Walker falleció de neumonía tras un ataque cardíaco en marzo de 1975. Fue inducido en el Blues Hall of Fame desde 1980 y nombrado en el Rock and Roll Hall of Fame desde 1981.

Selección Discográfica:

The Complete Recordings of T-Bone Walker 1940-1954 (Mosaic, 1990).

Inventor of the Electric Guitar blues (Blue Boy, 1983).

T- Bone Blues (Atlantic, 1959).

Texto: Javier Tijuana, febrero 2018.